Neuroarquitectura: El Arte de Construir Bienestar
- Coronel Associates

- 28 jul
- 4 Min. de lectura

¿Qué es la neuroarquitectura y cuál es su origen?
La neuroarquitectura es una disciplina que fusiona los avances de la neurociencia con la arquitectura para diseñar espacios que favorezcan el bienestar, la salud mental y el desarrollo cognitivo. Surge de una pregunta esencial: ¿cómo influye el entorno físico en nuestras emociones, pensamientos y comportamientos?
Aunque desde la antigüedad se ha reflexionado sobre la relación entre el ser humano y su entorno construido, la neuroarquitectura como campo formal nace a finales del siglo XX, impulsada por descubrimientos sobre la plasticidad cerebral y la neurogénesis adulta: la capacidad del cerebro de regenerarse y adaptarse ante entornos estimulantes.
Uno de los hitos fundacionales fue el diseño del Instituto Salk en California (1965), creado por el arquitecto Louis Kahn en colaboración con el científico Jonas Salk. Este proyecto buscaba fomentar la creatividad científica a través de la arquitectura, sentando las bases para una nueva visión: diseñar no solo para lo funcional o estético, sino para el equilibrio integral de quienes habitan los espacios.

Neurociencia y arquitectura: una conexión profunda
La relación entre neurociencia y arquitectura se fortalece con estudios que muestran cómo los estímulos del entorno —luz, color, texturas, acústica, distribución espacial— activan respuestas neurológicas medibles. A través de técnicas como la neuroimagen, se ha demostrado que ciertas configuraciones espaciales pueden reducir el estrés, mejorar la concentración y potenciar la creatividad.

Esta colaboración entre ciencia y diseño permite a los arquitectos tomar decisiones informadas, que no solo resuelvan necesidades prácticas, sino que también impacten positivamente en la calidad de vida de los usuarios. En Coronel Associates, integramos estos principios en nuestros proyectos residenciales y comerciales, priorizando el confort emocional sin descuidar la eficiencia.
¿Cómo influyen los espacios en nuestro comportamiento y salud mental?
Pasamos más del 90% de nuestra vida en espacios interiores. Por eso, la manera en que están diseñados influye profundamente en nuestro bienestar psicológico. Algunos factores clave que aborda la neuroarquitectura son:
Luz natural: Estimula la producción de serotonina y vitamina D, esenciales para el equilibrio emocional. Su ausencia está vinculada a trastornos como la depresión estacional.
Ruido ambiental: El exceso de ruido puede elevar los niveles de estrés y afectar la concentración y el descanso.
Presencia de naturaleza (biofilia): Ver o interactuar con elementos naturales disminuye el cortisol y promueve la relajación.
Colores y materiales: Los tonos suaves y texturas agradables tienen efectos calmantes, mientras que colores intensos pueden energizar o alterar según su uso.
Diseño flexible y ergonómico: Favorece la interacción social, la autonomía y el aprendizaje activo.
La evidencia científica no es menor: estudios han mostrado que pacientes hospitalizados con vistas a zonas verdes se recuperan más rápido y requieren menos medicación. El diseño tiene un impacto real, tangible y medible en nuestra salud.
Aplicaciones reales: viviendas y espacios comerciales
Espacios comerciales
El diseño de espacios comerciales desde una perspectiva neuroarquitectónica no solo busca atraer clientes, sino también generar ambientes agradables que influyan positivamente en el estado de ánimo de quienes los visitan o trabajan allí. La iluminación, la circulación, los materiales y el control del ruido son elementos clave para lograr experiencias memorables.
A partir de los aprendizajes post-pandemia, la neuroarquitectura en el ámbito comercial ha evolucionado hacia espacios más flexibles, sensoriales y emocionalmente inteligentes. Se prioriza no solo la eficiencia funcional, sino también la personalización del entorno, la integración de elementos naturales (biofilia), la estimulación de los sentidos y la percepción del espacio como una herramienta de conexión entre marca, producto y usuario.
Un ejemplo de esto es nuestro proyecto “POMPANO PICKLE BUILDING”, un espacio comercial donde aplicamos principios de confort espacial y estimulación visual para optimizar la experiencia del cliente. El uso de colores neutros, recorridos intuitivos, entradas amplias y zonas de transición bien pensadas favorece una conexión emocional entre el usuario y el espacio. Además, la zonificación responde tanto a las necesidades operativas como a las sensaciones que cada área busca provocar, equilibrando claridad visual con interés sensorial.

Viviendas
En el ámbito residencial, la neuroarquitectura se traduce en luz natural abundante, ventilación cruzada, materiales nobles y una distribución que promueva la calma, la interacción y el descanso. También contempla rincones para el bienestar individual y zonas comunes que fortalezcan los vínculos familiares.

En varios de nuestros diseños residenciales, tanto en Ecuador como en Estados Unidos, trabajamos la conexión interior-exterior mediante patios, fachadas abiertas y la distribución de los bloques funcionales en torno a espacios que respiran calma, con resultados que impactan en la calidad de vida de los usuarios.

Mirando al futuro: arquitectura sensible y tecnología
La neuroarquitectura representa una transformación profunda en la forma de concebir el diseño. Su futuro está ligado a tecnologías como la inteligencia artificial y el big data, que permitirán adaptar los espacios en tiempo real a las necesidades emocionales y fisiológicas de las personas. Imaginemos entornos capaces de ajustar la iluminación, la acústica o la temperatura en función del estado de ánimo del usuario: este tipo de experiencias ya comienzan a materializarse.

Además, la neuroarquitectura se alinea con una visión más empática del diseño accesible, centrado en el ser humano, y es cada vez más relevante en espacios públicos, educativos y de vivienda social, donde el bienestar no puede ser un privilegio, sino una condición básica.
En Coronel Associates creemos en una arquitectura que conecta con las personas. Aplicar los principios de la neuroarquitectura es diseñar con empatía, ciencia y propósito. Porque los espacios bien pensados no solo se habitan: se sienten, se viven, se recuerdan.
